Un estadio histórico en la ciudad de Palma, en la isla de Mallorca, víctima de las inclemencias meteorológicas, el
fuego, la vegetación, las ratas y demás invasores.
Un estadio enfermo, en coma, aletargado, esperando curarse o morir o morir y
renacer.
Un campo maltratado, con un final injusto... Lamentablemente, Palma lo tiene.