¿Baile
de graduación? No. Aquí tenemos nuestro propio acontecimiento adolescente del
colegio/instituto vacío, convulso y casi siempre decepcionante: El día de las
Vírgenes.
Desde
tiempos inmemoriales se celebra en la vigilia de Santa Úrsula, la
noche del 20 al 21 de octubre, la virginidad de las jóvenes
mallorquinas, o, por qué no decirlo, la presunción de virginidad.
Procedimiento: Ella prepara
buñuelos de patata para el joven al que pretende. Él entrega un
clavel (o similar) a la chica que le hace tilín. La tarde del 20 se
solía (supongo que se sigue haciendo) montar una fiesta en el patio
del colegio. Varietés. Jolgorio. Jarana. Pero es el cole... Cada chica
obtiene su flor y cada chico, sus buñuelos. Luego, esa noche, alguien monta una fiesta en su casa. Y ahí es donde las entregas son
sinceras. Hay quien recibe (incluso doble) y hay quien no recibe. Se
llamaba Iván, aunque yo siempre le llamé Palomino. Tenía el pelo
seta, llevaba
adidas
negros con botones a los
lados, le
gustaban los juegos de rol y
escuchaba Dover. Quién
no escuchaba a Dover entonces. Cometía muchas faltas de ortografía
y no era para nada especial. Pero aquel año una adolescente yo
flipaba con él. Alguien hizo una fiesta en un garaje. Palomino se
presentó con dos flores. Una para mí, otra para otra. Ponemos
una banda sonora de moda
y tenemos para empezar
una teen movie...
Lo
preciado del día de las Vírgenes es que estamos ante una tradición
que nuestras abuelas ya vivían (ellas, además, con toda la
ceremonia de serenatas y su realmente virginal estado). Así que si
tienes a quien hacerle unos buñuelos, si tienes a quien dar un
clavel o alguna exótica o papirofléxica flor, házselos,
dásela. Da a amigos, a familia y si encima tienes a alguien
especial... ¡qué suerte tienes! Y no te olvides de ti, regálate
el pack completo, qué demonios. Que seas o no virgen es lo de menos.
Preservemos la tradición, absurda o no, nos abastece de anécdotas y
nos hace diferentes. Cuéntale a alguien de fuera de qué va esta
fiesta. Ya verás que cara. ¿Un día para las vírgenes? ¡Palma lo tiene!