17 octubre 2013

¡El día de las Vírgenes!


   ¿Baile de graduación? No. Aquí tenemos nuestro propio acontecimiento adolescente del colegio/instituto vacío, convulso y casi siempre decepcionante: El día de las Vírgenes.

    Desde tiempos inmemoriales se celebra en la vigilia de Santa Úrsula, la noche del 20 al 21 de octubre, la virginidad de las jóvenes mallorquinas, o, por qué no decirlo, la presunción de virginidad.

   Procedimiento: Ella prepara buñuelos de patata para el joven al que pretende. Él entrega un clavel (o similar) a la chica que le hace tilín. La tarde del 20 se solía (supongo que se sigue haciendo) montar una fiesta en el patio del colegio. Varietés. Jolgorio. Jarana. Pero es el cole... Cada chica obtiene su flor y cada chico, sus buñuelos. Luego, esa noche, alguien monta una fiesta en su casa. Y ahí es donde las entregas son sinceras. Hay quien recibe (incluso doble) y hay quien no recibe. Se llamaba Iván, aunque yo siempre le llamé Palomino. Tenía el pelo seta, llevaba adidas negros con botones a los lados, le gustaban los juegos de rol y escuchaba Dover. Quién no escuchaba a Dover entonces. Cometía muchas faltas de ortografía y no era para nada especial. Pero aquel año una adolescente yo flipaba con él. Alguien hizo una fiesta en un garaje. Palomino se presentó con dos flores. Una para mí, otra para otra. Ponemos una banda sonora de moda y tenemos para empezar una teen movie...

    Lo preciado del día de las Vírgenes es que estamos ante una tradición que nuestras abuelas ya vivían (ellas, además, con toda la ceremonia de serenatas y su realmente virginal estado). Así que si tienes a quien hacerle unos buñuelos, si tienes a quien dar un clavel o alguna exótica o papirofléxica flor, házselos, dásela. Da a amigos, a familia y si encima tienes a alguien especial... ¡qué suerte tienes! Y no te olvides de ti, regálate el pack completo, qué demonios. Que seas o no virgen es lo de menos. Preservemos la tradición, absurda o no, nos abastece de anécdotas y nos hace diferentes. Cuéntale a alguien de fuera de qué va esta fiesta. Ya verás que cara. ¿Un día para las vírgenes? ¡Palma lo tiene!